Véronique
Artesana de la Decoración de Movimientos

El taller de decoración de Chopard Manufacture en Fleurier es un lugar especial en el que las paredes destacan por sus grandes ventanales que permiten disfrutar de una visión panorámica de la exuberante naturaleza que lo rodea. A Véronique, la Artesana de la Decoración de Movimientos, le gusta estar rodeada de belleza para crear unas obras de gran atractivo estético. Aquí es donde se lleva a cabo la decoración de los movimientos: Côtes de Genève, biselado, perlado, satinado circular, rayos de sol y grabado Fleurisanne – técnicas artísticas que hacen destacar la belleza del movimiento del reloj y la inteligencia que se encuentra detrás de cada toque de destreza.
"La satisfacción de haber llevado la atención al detalle hasta el punto de decorar lo invisible es parte de la belleza de esta profesión."

Véronique, La Artesana de la Decoración de los Movimientos

Véronique, La Artesana de la Decoración de los Movimientos

Basado en el mismo principio que el graneado circular, una decoración oculta realizada a base de unos círculos concéntricos superpuestos con un acabado satinado, el satinado circular, aporta a su vez un brillo añadido al componente. El Artesano de la decoración pasa un papel de lija de 9 micras sobre la superficie de la pieza, que al mismo tiempo va girando, para conseguir un suave acabado de enorme belleza. Uno de los criterios para obtener el preciado Punzón de Ginebra es la necesidad de evitar que queden marcas de mecanizado aleatorias en las piezas de un movimiento. Por ello, todos los elementos que componen el movimiento de un reloj L.U.C se biselan mediante micromotores aportando así a la creación un aspecto vibrante y resplandeciente.

Para proporcionar un efecto radiante a un componente en el que todas las líneas rectas de la decoración parten del mismo punto de intersección, como los rayos del sol, las Côtes de Genève se reservan para la superficie visible de los puentes y no se aplican a las partes funcionales del movimiento para no afectar a su precisión. Una vez terminado, el movimiento del reloj suizo parece un tejido de metal precioso. El pulido en espejo, que requiere una destreza especial, cuando se realiza a la perfección tiene el poder de reflejar la decoración del entorno. Y, por último, pero no por ello menos importante, la tradición olvidada del grabado Fleurisanne, un arte en sí mismo, que consiste en grabar en bajorrelieve unas esculturas que representan flores y volutas en el movimiento del reloj suizo, fue recuperado por el copresidente de Chopard, Karl-Friedrich Scheufele, hace 15 años. Sólo unos pocos modelos únicos o producidos en series muy limitadas pasarán por las manos del grabador, que podrá crear unas delicadas esculturas en el precioso material.

"Los puristas de la mecánica dirán que toda decoración es superflua porque la mecánica debería hablar por sí sola. Pero, siempre que podamos perpetuar un oficio relojero, nuestro deber es hacerlo."

Karl-Friedrich Scheufele, copresidente, Chopard

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